martes, 30 de junio de 2015

UNA SEGUNDA MADRE

¿BRASIL?

Llega tan poco cine brasileño a nuestros cines que una película de esa nacionalidad es un objeto raro, más si se trata de un melodrama contemporáneo, vehículo para, al menos, poder tener una fugaz visión del país actual . En ese sentido, nos sorprende la historia de esta criada que tras muchos años de servir en una casa de lo que podríamos llamar clase alta, sigue siendo considerada por su "señora" como personal de servicio sujeto por tanto a una serie de limitaciones y al que se le recuerda de forma permanente su condición. Todo esto da lugar a una feroz crítica social, a la que por insólita, no estamos acostumbrados. Por otra parte, esta familia presenta rasgos singulares que empobrecen el mensaje. La señora de la casa es un personaje despótico, popular, del que no sabemos casi nada. Su marido, un ex-pintor interesante, dueño de la riqueza familiar, lleva aparentemente muchos años sumido en la depresión. El hijo, un consentido débil de carácter, ha sido criado prácticamente por la "tata" con la que le une una superficial relación afectiva (como todo en él) y un cierto grado de dependencia, una relación que la criada no ha sido capaz de establecer con su propia hija a la que ha mantenido en la distancia.
Es justamente la llegada de esa hija a la ciudad (Sao Paulo) para realizar el examen de selectividad, la que va a provocar la puesta en marcha de un proceso imparable que solo puede acabar con la liberación de los únicos personajes que la merecen, los que deciden no aceptar las condiciones de sumisión a las que se ven sometidos, los que se rebelan contra unas normas obsoletas y deciden enfrentarse con la vida bajo unos parámetros de total libertad.
Películas con contenido tan denso, tan barroco, apenas necesitan del apoyo de un lenguaje cinematográfico sofisticado, que es por tanto, simple y directo. Dependen casi por entero del guión y, en este caso, aunque no está mal construido, deja demasiados hilos sueltos, personajes que nos quedamos sin conocer, motivaciones que no se nos explican. Queda, a pesar de todo, un film interesante, ejemplo de una cinematografía de la que a uno le gustaría saber más. 

lunes, 15 de junio de 2015

LOS INSÓLITOS PECES GATO

AMOR
Podría pasar por un típico culebrón mejicano, pero hay algo más: pertenece al muy noble género del melodrama. Está contado con una gran sensibilidad y delicadeza, con pudor, como si se sintiera vergüenza de contar un drama, pero la habilidad es que dentro del drama hay casi una alegría soterrada. Y resulta que lo que de verdad es, es una película sobre la soledad y la integración, y también sobre la solidaridad y el amor. Todo sin grandes gestos, de una forma muy sencilla, dejando que sea la cámara la que trasmita la realidad y, al final, uno se queda con un sabor agridulce, pero así es casi siempre la vida.
PS: No acabo de ver la relación del título con la película, aparte de lo que vemos en el acuario del muchacho.

lunes, 8 de junio de 2015

REQUISITOS PARA SER UNA PERSONA NORMAL

DESCARO
Leticia Dolera plantea una comedia de autoanalisis que, al mismo tiempo, pretende retratar la sociedad y los tiempos en que nos ha tocado vivir. Es inevitable que a la memoria acudan algunos nombres que claramente la han servido de inspiración, Woodie Allen, Norah Ephron e incluso Billy Wilder (el travelling final con la protagonista corriendo, está sacado directamente del de Shirley McLaine en "El Apartamento").
Dicho todo lo anterior, que no cunda el pánico. Lo que ha hecho en este su primer largometraje, es juntar varios cortos con diversos chistes y situaciones (en eso ya tenía experiencia), y articularlos alrededor de la protagonista, que es ella misma. Algunos son mejores que otros, alguno sobra (la homosexualidad del hermano con síndrome de Down es la típica salida de pata de banco progresista, que no aporta nada por donde está situada), otros pasan casi desapercibidos.
Lo que ocurre es que la cosa funciona, que el ritmo no decae, que los actores están bien (con  el lunar de la insoportable Silvia Munt), que es básicamente una película alegre, que es cortita (82 minutos más o menos) porque la cosa no da más de sí y que conserva intacta, la frescura de una opera prima. Será interesante ver el producto de su trabajo con un guión más solido y que aporte algo más que un rato de distracción.

martes, 2 de junio de 2015

NUESTRO ÚLTIMO VERANO EN ESCOCIA

FAMILIA
Si alguien piensa que esta es una simple comedia con niños y peripecias vacacionales se equivoca. Olvidense de "Un funeral de muerte" y piensen más en películas como "Stand by me", "Little Miss Sunshine" o la casi olvidada "Viento en las velas".
Hay mucha profundidad en esta historia de una familia que se traslada a Escocia para celebrar el cumpleaños del abuelo, afectado de una enfermedad terminal, y al que se le quiere ocultar la realidad de la situación matrimonial de sus hijos. En primer lugar, es un alegato en favor de la convivencia, de la comunicación entre personas que apenas se oyen y desde luego, no se escuchan. En segundo lugar es un implacable y excelente retrato de una clase social que únicamente pretende asombrar y hacer gala de su estatus y se olvida de lo más importante, como es el amor entre los miembros de la familia. Y, por último, es el encuentro de los niños con la muerte de un ser querido, encuentro resuelto con plena naturalidad, como algo que asumen mejor que sus mayores y que les sirve de pretexto para volcar en la despedida todo su amor a la única persona que parece haberles prestado la debida atención.
Lo más hermoso de la película es que no ha huido del drama y nunca abandona la comedia, difícil paradoja que solo se consigue por medio de un guión sabiamente estructurado y unas interpretaciones contenidas, que si son de esperar en actores como Bill Connolly o Rosamund Pyke, resultan sorprendentes en los niños sobre los que recae el peso de la narración.