lunes, 28 de septiembre de 2015

UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD

SER MADRE
Susanne Bier recorre vacilante el fino alambre que separa el bien del mal, las consecuencias de una acción  egoísta, pero aparentemente cargada de buenas intenciones, obviamente abocada al fracaso al ser contraria a la ley natural.
Esta historia sobre el modo de enfrentarse a un hecho tan hermoso como es la paternidad, es un drama oscuro y terrible que no arroja luz sobre la incapacidad de algunos seres humanos para enfrentarse a una desgraciada realidad. Queda solamente el respiro que supone el tenue hilo que une a una madre con su hijo, por muy degenerada  que esté física y moralmente. Sobran primeros planos que no aportan nada y falta motivación en la redención del policía Simon, personaje encargado de restablecer la normalidad, de hacer que la vida vuelva a su rutina cotidiana.

martes, 22 de septiembre de 2015

UNA SEMANA EN CORCEGA

ESTUPIDEZ
Remake de una película de Claude Berri con guión propio, de 1977, ya reutilizada por Stanley Donen en 1984 ("Lío en Río"), que ahora Jean François Richet vuelve a utilizar situando esta vez la acción en Córcega, algo que carece de importancia, salvo para mostrarnos algún que otro paisaje sin relación específica con la trama.
La historia de estos dos amigos, uno divorciado y el otro en trance de serlo, que se van de vacaciones a la isla con sus respectivas hijas de las que una de ellas se enamora estúpida y obsesivamente del padre de la otra,  carece del más mínimo interés. Tal y como se nos presenta, todo resulta absurdo e increíble y todo, incluida la interpretación de los actores, increíblemente exagerado.
Stanley Donen le dio a su versión un aire de comedia, en esta de Richet, no se sabe que es lo que ha querido hacer ni que ha intentado contarnos.

martes, 15 de septiembre de 2015

ATICO SIN ASCENSOR

CONVIVENCIA
Esta es una historia sencilla y romántica. Un atípico matrimonio mayor (Keaton y Freeman) busca un piso más adecuado a su próxima vejez, la de ellos y la de su perra. Pero llevan más de treinta años viviendo allí, en ese barrio, en Brooklin, y el piso forma parte de sus vidas y, por supuesto, está indisolublemente unido a sus recuerdos.
No hay nada amargo en la película, el director ha puesto mucho cuidado en ello. Se trata simplemente de recordar momentos,  de contar como eran y como son esas personas, y la relación que había y hay entre ellos. Sobran muchas veces las palabras (de eso ya se encarga su agente inmobiliario). Bastan las miradas, los pequeños gestos producto de una larga y feliz convivencia. Si el cine es una forma de mirar, este es un buen ejemplo, las miradas lo dicen todo. Para esto se necesitan  estupendos actores: lo bordan, hay química entre ellos. No hace falta más ni tampoco se pretendía.

lunes, 7 de septiembre de 2015

MIENTRAS SEAMOS JOVENES

GENERACIONES
Película extraordinariamente confusa en la que tras una apariencia de comedia, parece esconder una crítica sobre las actitudes de dos generaciones distintas: una, la mayor, aferrada a la verdad, al rigor, pero incapaz de producir resultados. Otra, la más joven, que usa para lograr sus fines cualquier medio, sin preocuparse demasiado de la ética de sus acciones. Todo esto contado a través de la relación entre dos parejas en las que los maridos son directores de documentales, y las mujeres representan un papel de simple acompañamiento.
Hay otros temas, como el envejecimiento y la creatividad, la incidencia de los hijos en la vida familiar y en la relación matrimonial o el trasvase del aspecto físico entre una generación y otra, como si esto fuera suficiente para recuperar la inspiración perdida. Pero ninguno llega a interesar.Las buenas intenciones no llegan nunca al espectador, las mata el aburrimiento. Todos estos temas ya los trató Woodie Allen con mucha más inteligencia y mucho más éxito.