jueves, 31 de diciembre de 2015

STARWARS: EL DESPERTAR DE LA FUERZA

REENCUENTRO
Perdido el factor sorpresa, el gran mérito de esta película es haber logrado el tono épico de aquella que nos asombró y maravilló allá por 1977, lo que no es poco. Es como un reencuentro con unos viejos amigos a los que uno llevaba muchos años sin ver y con los que se intenta volver a vivir unas sensaciones largo tiempo olvidadas por culpa de las tres últimas entregas de la serie.
Pero ¡Ay!, el tiempo no pasa en balde y se han perdido cosas y aunque todo parezca igual ya nada es lo mismo. El argumento es casi idéntico al de la primera entrega (Episodio IV), pero el guión no profundiza ni en los personajes ni en sus motivaciones, ni explica que que ha sido de ellos en el tiempo en que no los hemos visto; el sentido del humor ha disminuido notablemente (cosas de la edad supongo), y el casting de algunos de los nuevos personajes, no es muy atinado: Daisy Riddley (Rey) está espléndida en una especie de Han Solo femenino, pero John Boyega (Finn), resulta plano y lamentable. Ninguno de los villanos irradia la sensación de terror que emitía Darth Vader o el emperador Papaltine. El resto, ritmo, fotografía, efectos especiales, música, muy bien, como no podía ser de otra forma. Pero el conjunto se queda corto, sabe a poco. Hay espectáculo pero no pasión, y sin pasión no hay emociones.

lunes, 28 de diciembre de 2015

SUFRAGISTAS

OCASION PERDIDA
Llevada al cine, esta historia de la lucha de las mujeres inglesas por acceder a su derecho al voto, deja un amargo sabor de boca, como si esperáramos algo más que se nos ha escamoteado. El problema es su falta de definición: no sabemos si lo que se quiere tratar es el problema político, la rebelión contra el machismo imperante en la época, 1913, o la lucha contra las infames y mal pagadas condiciones laborales.
De esta ambigüedad adolece la película, en la que una perfecta ambientación, no impide que lo único que quede de ella en el recuerdo sea la interpretación de Carey Mulligan, muy por encima del resto de sus compañeras (Bonham-Carter se repite una vez más y Meryl Steep, en un corto papel, está penosa).

lunes, 21 de diciembre de 2015

45 AÑOS

VIDAS EQUIVOCADAS
La palabra que me viene a la mente para definir esta película es "desoladora". Toda la vida, aparentemente normal, de este matrimonio que se prepara para celebrar su 45 aniversario de boda, parece desplomarse al estar toda ella basada en una gran mentira celosamente guardada por el marido. El descubrimiento del cadáver congelado de una antigua novia, fallecida en los Alpes suizos en un accidente ocurrido más de cincuenta años atrás, pone de manifiesto cual fue el auténtico amor del esposo, algo que que no ha podido olvidar nunca y que relega a su actual mujer al simple rol de sustituta para una vida acomodaticia.
Solo grandes actores podían transmitir la dimensión de la tragedia sin necesidad de recurrir a farragosos diálogos, por otra parte, casi irrelevantes. Tom Courtenay está muy bien pero Charlotte Rampling está sublime: cada arruga de su rostro, cada parpadeo o mínimo gesto, refleja con la máxima perfección, la expresión de su fracaso. Al final, la parodia de celebración es el primer acto de otro drama infinitamente más terrible.

lunes, 14 de diciembre de 2015

UN PASEO POR EL BOSQUE

HACER EL OSO
Peliculita medio entretenida, con algún que otro tinte ecológico, hermosos paisajes y diálogos que, en algunos momentos, tienen una cierta comicidad. Por lo demás, resulta inverosímil que dos hombres setentones, sin la menor preparación física y uno de ellos (Nolte), ex-alcohólico y con una rodilla averiada, puedan abordar el Camino de los Apalaches, una ruta  larga y difícil para caminantes, aunque aquí esté a veces más concurrida que la calle Serrano. De hecho Bill Bryson, el escritor en cuyo libro se basa el guión,  aquí encarnado por Redford, hizo la ruta y no la terminó, cuando tenía 47 años.
El director Ken Kwapis tampoco se molesta mucho en explicarnos los motivos del viaje, omite las naturales miserias y molestias de un recorrido como este y desprecia la aportación de los personajes secundarios a los que casi ignora.
 Vulgar y olvidable.

lunes, 7 de diciembre de 2015

EL PUENTE DE LOS ESPÍAS

CLASICISMO
Hay que proclamarlo, a estas alturas es evidente: Spielberg es un clásico, uno de los grandes, juntenle con los nombres que quieran. No solo por esta película, que relata las incidencias del intercambio entre el espía Rudolf Abel y el piloto Gary Powers allá por 1962, sino también por el resto de su trayectoria, "ET", "Encuentros...", "Salvar al soldado Ryan"...etc. Hasta 55 títulos. Como todos los clásicos, tiene películas mejores y otras menos afortunadas, pero siempre, es un prodigioso narrador de historias, de manera limpia y directa, en las que la cámara está donde debe estar, en las que no se precisan alardes esteticistas, el ritmo es el adecuado y los actores, todos, principales y secundarios, responden a lo que se espera de ellos (aquí unos inconmensurables Tom Hanks y Mark Rylance). El guión roza la perfección poniendo de manifiesto la lucha entre la integridad de un hombre y los turbios trapicheos de las agencias de seguridad USA. Las dos horas largas de metraje pasan en un vuelo. Cine clásico. Gran cine.