jueves, 28 de enero de 2016

LA GRAN APUESTA

AVARICIA
Básicamente se trata de un documental, o como decía un amigo, un "docudrama", porque son actores los que interpretan a los personajes reales, a los tres o cuatro grupos de personas que vieron venir el fin de la gran burbuja capitalista basada en un fraude piramidal y en la mayor cadena de engaños cometida por banqueros y agencias de calificación en la historia de la humanidad, y se lucraron de ello. Aquí se explica como los más ricos fomentaron la avaricia de todo el mundo y aplicaron la norma de que lo único que valía la pena era ganar dinero, sin importar como y cuanto más rápido mejor.
Cinematograficamente impecable, la narración tiene un ritmo trepidante y, a pesar de ello, consigue que tengamos una visión bastante clara de como ocurrió todo y de los elementos que componían la gran mentira.
En ese sentido, los actores cumplen magníficamente sus papeles (quizá Bale esté un tanto exagerado pero Carell no se ha visto en otra), y contribuyen a que todo sea creíble. Pese a lo complicado del tema la película es más que notable y sus dos horas largas pasan en un vuelo. Aunque si uno busca una moraleja, ni estoy seguro de que la encuentre ni que hayamos aprendido la lección.

lunes, 18 de enero de 2016

NO ES MI TIPO

UNA RELACIÓN
Un profesor de filosofía parisino, autor de un libro sobre el amor y recién salido de un fracaso sentimental, es trasladado a una ciudad de provincias (Arras, en el norte de Francia), en la que a poco de llegar entabla una relación con una joven peluquera, de la que pronto sabremos que tiene un hijo de una unión anterior. Hasta ahí, nada se sale de un vulgar argumento de novela rosa más o menos complicado. Pero hay más: porque el personaje de Jennifer es vital, alegre, apegado al mundo real, sin ínfulas intelectuales, feliz con lo que es sin que quiera ser otra cosa. Se la puede rechazar o aceptar, pero es siempre ella misma, con sus lecturas, su hijo, su afición al karaoke y su forma de aceptar su vida tal cual es. Y de repente, el filósofo queda desnudo, vacío, artificial. Su filosofía parece un pretexto para justificar su falta de compromiso, la negación de cualquier responsabilidad duradera más allá de la simple atracción sexual, superficial y vana.
Lucas Belvaux cuenta esta historia de forma sencilla, directa, no exenta de sutilezas que nos van retratando a los protagonistas, a su modo de relacionarse y al entorno en que se mueven, y en la que una sublime Emile Dequenne nos subyuga con su vitalidad,  nos ofrece su visión de la vida y nos demuestra lo que debe ser el verdadero amor entre dos personas.

jueves, 7 de enero de 2016

CARLITOS Y SNOOPY

PEANUTS
Llevar los personajes de Peanuts a un largometraje no parece tarea complicada: el estilo de dibujo de Schultz siempre fue muy limpio, nítido y el carácter de sus personajes, perfectamente definido, mostraba con claridad el reflejo del mundo de sus mayores, su modo de ser, bien fuera ese el egoísmo, la avaricia, la fantasía, la amistad, la presunción o la capacidad humana de levantarse ante los fracasos.
Pero todo esto, que está en la película, no resulta suficiente al carecer de una historia que ligue a todos los personajes y los integre en un todo en el que puedan mostrar su peculiar forma de enfrentarse a la vida. En este sentido, todo queda reducido a una serie de tiras cómicas sin demasiada conexión entre ellas. Lo que funcionaba en una tira diaria no acaba de funcionar aquí. Uno, forofo de Peanuts desde que en 1962 los descubriese en "The Philadelphia Enquirer", sale del cine con una cierta decepción. Ni siquiera estoy seguro de que el público infantil aprecie lo que acaba de ver, los hemos acostumbrado a un mundo bastante más complicado y violento. 

lunes, 4 de enero de 2016

MACBETH

AMBICIÓN
Para ambición,la de Justin Kurzel, que ha pretendido realizar la obra de Shakespeare alejándose lo más posible de las que le han precedido en el empeño. Pero en el paso de la obra a guión, ha prescindido de tantas cosas que la mayoría de los carácteres quedan desdibujados y consigue que la motivación principal de los personajes centrales queden reducidas a un caso de esquizofrenia.
No obstante, la estupenda fotografía, la ingeniosa y esteticista puesta en escena de las batallas y, sobre todo, las interpretaciones de Fassbender, Cotillard y el resto del elenco, salvan la tragedia. Shakespeare es mucho más: de haber sido director de cine, seguro que le habría gustado hacer la versión de Kurosawa que está mucho más próxima de su sentido del espectáculo.