martes, 29 de marzo de 2016

O LOS TRES O NINGUNO

PECAR POR DEFECTO
Biografía del director Kheiron que narra el periplo de sus padres desde su Irán natal hasta llegar a Francia,
cuando él era aún  niño. Lo que podría ser una dramática odisea, un sombrío melodrama, se transforma en algo ligero, relativamente fácil, al estar todo impregnado de un tono de comedia. La lucha del matrimonio por la democracia en tiempos del Sah y posteriormente su persecución tras la llegada de Jomeini al poder, hubiera podido servir para algo mucho más duro y cruel que solo aparece en las imágenes de documentales y en aquellas que retratan la triste realidad.
La segunda mitad de la película, la integración de la familia en su país de adopción, suena a algo más visto, menos importante. Aun así, todo se deja ver gracias al buen ritmo y al hecho de no haber estirado la narración, aunque siempre nos queda la sensación de lo que pudo ser y no es. El humor hace la historia más leve, más llevadera, pero su exceso, lo que le otorga su ligereza, la trivializa.

lunes, 21 de marzo de 2016

´LUCES DE PARIS

APENAS NADA
Levísima comedia francesa sobre un matrimonio de ganaderos de Bretaña, en el que el tiempo y la rutina va dejando huellas de hastío y aburrimiento. Para remediarlo, la mujer busca un pretexto para escapar tres días a París en busca de una fugaz aventura, sin enterarse que su marido sospecha de la trampa y espía su recorrido. Podría ser más profunda, pero el guión es absolutamente inverosímil y solo se detiene en lo accesorio, incluyendo el parto de una vaca contado con todo detalle, y en escenas que, sin aportar nada a la trama, resultan ser las más divertidas. Si no llega a ser por los actores, Isabelle Huppert y Jean Pierre Darrousin, sería infumable. Con ellos, se puede ver y se olvida. 

domingo, 13 de marzo de 2016

SPOTLIGHT

SOLIDEZ
Cuando los críticos hablamos de clásicos, todo el mundo entiende que nos referimos a las películas de los "grandes": Ford, Hawks, Lang, Lubitsch, Welles, Wilder, Wyler...etc. Pero hay otros clásicos: son aquellas películas que representan un sólido producto industrial: tienen un buen guión, unos buenos actores, un director competente, una buena fotografía, en suma, una producción cuidada. Pero hay un problema: lamentablemente carecen de los resortes necesarios para provocar emoción, pasión, se quedan en esa dificil frontera que separa una buena película de una obra maestra. Nos gustaría que hubiera muchas como ellas siempre y cuando hubiera también alguna de estas últimas. Hollywood ha sido siempre un gran fabricante del cine de este tipo, esa es la clave de la industria.
"Spotlight", que narra la investigación periodística del "Boston Globe" sobre la ocultación de sacerdotes pederastas en el seno de la iglesia católica, es paradigmática del tipo de cine que he descrito. Tiene antecedentes tanto en cine como en TV, alguno realmente brillante; contiene todos los ingredientes y a un gran nivel. Es sólida, funciona.Pero de ahí, a considerarla la mejor película del año, una obra maestra, hay un mundo. 

domingo, 6 de marzo de 2016

LA HABITACION

IMAGINACIÓN
Hay algo oscuro y terrible en esta fascinante y maravillosa película. ¿Es el mundo real, nuestro mundo, menos real que el creado en la mente de un niño de cinco años, que solo conoce un espacio de tres por tres metros y una lejana claraboya en el que ha nacido y se ha criado? Ese mundo que el amor y la imaginación de su madre, una joven secuestrada durante siete años como esclava sexual, ha construido para él, tiene en la mente del niño la calidad de lo real. Hay mucho en ese planteamiento del platónico mito de la caverna, mucho de "Alicia en el país de las maravillas" (no en balde libro de cabecera), donde nada es lo que parece, pero también hay mucho amor maternal, en la forma en como protege y preserva a su criatura, en la necesidad de librarle aunque sea él lo único que justifica su supervivencia. Y luego, ya en la libertad, el choque terrible con el entorno, un choque que desajusta todo, que vuelve todo patas arriba, que solo se arregla cuando se puede volver sin traumas a la prisión de donde uno ha salido, y ese mundo  imaginario que se había creado se deshace y vuelve a formar parte de la realidad que nos rodea..
¡Cuanto talento! Del director del que desconocemos todo, de la guionista y autora, y de los actores, pero que bien dado está el Oscar a Brie Larson y que injusto no haber incluido al niño Justin Tremblay. Una obra maestra, sin dudarlo, una de las mejores películas, si no la mejor, del 2016.