jueves, 19 de octubre de 2017

CONVERSO

OTRA COSA
Quizá podría llamarse documental, pero en realidad se trata de otra cosa, de un documento, al que eso que llamamos cine presta su formato, sobre unas personas, miembros de una familia, que ante una cámara narran o confiesan, lo que se prefiera, su reencuentro con la fe de Cristo. No hay nada más, ni nada menos.
Hay tanta sinceridad y sencillez, tanto sentimiento y emoción en sus palabras, que solo los necios pueden hacer oídos sordos a lo que se escucha. Todo se oye anhelante, deseosos de participar en esas creencias con la misma intensidad que ellos. Hay música, una música que tiene mucho que ver con lo que se dice y quizá, sea inseparable de todo porque constituye un lazo de unión entre esas personas y hace entender mejor lo que los une. Es una experiencia vital lo que se cuenta, un retrato intimo y conmovedor. Irrepetible. Comparado con todo ello, el cine es algo anecdótico, poco importante.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario