domingo, 8 de abril de 2018

EL CAIRO CONFIDENCIAL

EXCESO DE NEGRURA
Tiene todos los ingredientes de un clásico policíaco negro: crímenes, chantaje, un testigo oculto, una policía corrupta en todos sus niveles, altos personajes implicados... Pero algo falla.Por ejemplo, la inclusión como telón de fondo de la revolución que acabó con Hosni Mubarak, es innecesaria, la trama resultaría mucho más efectiva en una situación de aparente normalidad y la ausencia de algún personaje integro que sirva como referencia, tampoco ayuda mucho. A Tarik Saleh, autor y director, se le va la mano intentando meter demasiadas cosas. Hay una cierta morosidad en el guión y demasiadas escenas en las que el protagonista, el teniente de la policía Nuredin Mustafá interpretado por Fares Fares, se nos presenta como totalmente pasivo, sin más acción que el continuo consumo de cigarrillos y porros en tal cantidad que difícilmente le permitiría  llegar vivo al final del rodaje, sin que se vislumbre una toma de conciencia gradual que  permita justificar el cambio en su forma de enfrentarse a la vida.
A pesar de todo, la película entretiene, porque el género en que se encuadra tiene esa virtud, y aunque si se hubiera centrado más en lo estrictamente policíaco sería bastante mejor, presenta suficientes elementos para hacerla extrañamente atractiva.

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